Puta. Zorra. Perra. Maraca... Casi siempre los insultos o las connotaciones negativas de las palabras están en femenino. ¿No te habías dado cuenta? Lee este artículo y seguimos hablando... Sí, el español como idioma es muy machista.
Pero la cosa no acaba aquí. En Chile, vaya a saber uno por qué, se utiliza la expresión "ella,
la..." para hacer burla de otros, independientemente de quien seas. Por ejemplo, si dices algo más sesudo: "Eeeeeeeeella, la culta". Si dices que eres bueno en algo: "Eeeeeeeella, la experta". Si pones una foto en la que sales bien: "Eeeeeeeeella, la guapa". Y así, hasta el infinito.
¿Por qué utilizamos el femenino para
reírnos de los demás, como si lo femenino fuese algo malo? Precisamente planteé esta pregunta en un foro de Facebook donde hubo dos comentarios similares en cuestión de pocos minutos, y me respondieron "que no era el caso" y que "podía ser, pero que solo lo hacían para reírse". Vamos a ver, eso lo entiendo. Yo también lo he hecho, porque crecí en ese entorno. Pero, con el tiempo, dejé de hacerlo. Y hace poco lo vi escrito en algún sitio y, desde entonces, llevaba pensando en el tema, hasta que su aparición me empujó a comentarlo.
El
punto es que, gracioso o no (más bien no lo es), está claro de que es
un indicio más de esos matices del lenguaje que siguen perpetuando un
machismo rancio, aunque pase por broma inocente. Ella, la lo que sea
no debería utilizarse como burla. Ni siquiera como un mal chiste. Solo
deberíamos recurrir a esa frase para reafirmar una imagen positiva, un
logro conseguido, un éxito, un triunfo...
Lo que más me extraña es que a nadie le llame la atención ni le haga preguntarse por qué "ella". Parece una tontería, pero ese comentario se graba en la mente, de nosotros y, sobre todo, de las futuras generaciones. "Ella" es algo malo, es motivo de burla, es razón para atacar a alguien... ¿Cómo hablar entonces de respeto e igualdad? Sí, una frase, un acto de micromachismo puede desbaratar todo lo construido hasta el momento y cada paso adelante que hayamos dado. Y no es exageración, es un hecho. Esos pequeños chistes no son inocentes e inocuos, y a la larga hacen mucho daño.
No obstante, aquí seguimos extendiendo esa idea, restándole importancia al lenguaje y, cada día que pasa, se siguen soltando lindezas como: “Eres una nenaza”, “esto es un coñazo”, “hijo de puta”, “los niños no lloran”, todas expresiones muy frecuentes y claramente machistas, como decía Mayte Rius en un artículo. Y razón no le faltaba...
¿Hasta cuándo? Solo depende de lo que queramos para nuestro futuro.
El lenguaje es discriminatorio con el genero femenino y se fomenta entre todos, somos responsables de permitir en nuestro entorno este lenguaje, no me suelo callar ante lenguaje discriminatorio.
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