10 verdades y una mentirijilla


Inspirado en un juego de mi querida Patricia Sánchez, escribí en Facebook once cosas que me han pasado, una de las cuales era mentira (o no era del todo verdad). La idea es que la gente adivinase cuál. Y como las historias se han vivido para ser contadas, pues aquí están todas y cada una de las explicaciones.

1. Fui jurado en un concurso de belleza rodeado de estrellas de la televisión. Verdadero. Cuando hice mi práctica hace muchos, muchos años (el siglo pasado, realmente), me tocó cubrir el concurso de Miss Pelarco, organizado entonces por Raquel Argandoña, presentadora de TV y ex Miss Chile. En el jurado estaban los rostros del matinal de TVN, Felipe Camiroaga, Karen Doggenweiler y la periodista Bárbara Rebolledo. Había algún cantante, que no recuerdo, un empresario de la región y yo, como representante del diario, y no recuerdo si había alguien más. Cuando me presentaron, me tocó levantarme desde la primera fila en la que estábamos y saludar al público levantando la mano y mirando hacia atrás… ¡Toda una experiencia! Durante toda la noche, Camiroaga no me dijo ni hola y Karen, que estaba sentada a mi izquierda, me habló cuando me presentaron como “el gran periodista de El Centro”, pero me dio la espalda cuando le dije que solo estaba haciendo mi práctica. Como sea y por todas las cosas que pasaron, que no fueron pocas, fue una noche inolvidable.

2. Una famosa me ofreció dinero a cambio de publicar una información que le era favorable. Verdadero. No voy a decir quién, porque realmente es lo que menos importa, me dijo que me pagaba si publicaba una noticia y yo le dije que no aceptaba, que todo era cuestión de si era o no noticiable y de interés para el medio. Luego lo comenté con mi jefe y le conté que había dicho que no. Tiempo después, en una evaluación, puso que yo había tenido un dilema ético y que él me había ayudado a solucionarlo, cuando la verdad es que yo había zanjado el tema en el momento y solo se lo comenté para ser transparente. ¡Lo que es el afán de protagonismo o no prestar atención a lo que se dice!

3. Me desalojaron de la Torre Eiffel por amenaza de bomba. Verdadero. En nuestro primer viaje a Paris, llevábamos varios días ya en la ciudad y yo seguía muy preocupado porque pasaba el tiempo y no llegábamos a la Torre. El jueves, al fin, fuimos. Subimos sin problema hasta lo más alto, hicimos fotos, miramos la ciudad y comenzamos a bajar. En la planta media, donde están los restaurantes, empezamos a ver movimientos extraños y un notorio “vacío” de gente. De repente nos metieron en un ascensor y, al llegar abajo, estaba la Torre acordonada y llena de policía militar (o algo así). Nos evacuaron rápidamente y nos encontramos con un amigo que trabajaba en uno de los restaurantes, quien nos contó la noticia: un hombre amenazaba con hacer explotar una bomba que supuestamente llevaba en la mochila y habían tenido que desalojar a todos los turistas.

4. En riguroso directo en la radio, me puse nervioso y elegí el premio que menos me gustaba. Verdadero. En mi adolescencia participé en un concurso en Radio Futura de Talca, no me acuerdo si era una respuesta o simplemente votar a tu favorito. La cosa es que gané y me invitaron al programa siguiente a buscar mi premio. Me hicieron hablar en directo (no sé qué dije, era joven e inexperto) y me dieron a elegir entre un cassette de Extreme (los de More than words) o Gerardo (el de Rico Suave). Por supuesto, en directo, elegí el de Gerardo y nunca supe por qué. Allí quedó guardado en un cajón y a saber dónde estará…

5. Me llamaron por una oferta de trabajo y me citaron a una entrevista ese mismo día en una peluquería. Les dije "estoy aquí", mientras me cortaba el pelo, y me colgaron pensando que me estaba riendo de ellos. Verdadero. Estaba yo en Mallorca en una peluquería (todavía tenía pelo) y me llamaron para trabajar en un bar. Me citaron a la entrevista y me dijeron que me presentase en Peluquería Montserrat (creo que se llamaba así). Yo, sin saber si me estaban vacilando o no, dije “pero si estoy aquí”. Y me colgaron. Lo comenté con el peluquero y me dejó solo en la silla. A los 5 minutos volvió y me dijo: sí, es que los dueños de la peluquería tienen también un bar (se conectaban por dentro), así que cuando acabes aquí vas a hablar con ellos. Fui y me contrataron… duré una tarde.

6. Estuve a punto de hacer una sesión de fotos para una conocida marca de ropa en Paris. Verdadero. Fue una corta carrera truncada por el Covid-19. Como estábamos colaborando como It Gets Better España con Levi’s, íbamos a formar parte de una campaña europea para el Pride de 2020, pero la pandemia anuló cualquier posibilidad y finamente hicimos una sesión individual en Madrid, con todas las medidas de seguridad.

7. Me subí a un avión haciéndome pasar por mi hermano. Verdadero. Con todo lo ilegal que es, lo hice para aprovechar un vuelo con puntos para ir de Concepción a Santiago. Y funcionó… nunca supe cómo me creyeron. Fue durante la época en que estaba haciendo pruebas para ver dónde hacía mi práctica y me habían llamado para la entrevista personal en el Diario Estrategia. Para evitarme las casi 8 horas de autobús, mi hermano me dejó su documentación y me fui a Santiago. Esto fue antes de las actuales medidas de seguridad, más rigurosas. 
 
8. Confundí públicamente a Bono de U2 con Sonny Bono, exmarido de Cher. Verdadero. Lo que podría haber sido una humillación pública, al final se quedó en una anécdota. En clase de no sé qué en la Universidad recuerdo que hablaban de un tal Bono animadamente. En ese momento no caí en el cantante, sino que pensé automáticamente en Sonny. Lo dije en voz alta. Quienes estaban alrededor se sonrieron pensando que era una broma… en realidad no lo era, pero me salvé.

9. Me inventé las respuestas de un político en una entrevista, con entrecomillados y todo, y ese mismo día me lo encontré en un evento. Verdadero. Y suena muchísimo peor de lo que fue. En una entrevista con el alcalde de Talca, mi grabadora decidió no funcionar (en realidad no le quité el bloqueo, así que aunque parecía que estaba grabando, realmente no), así que tuve que “inventarme” sus respuestas con lo poco que me acordaba después de un par de horas de charla en su oficina, con frases entre comillas y todo. ¡Era la entrevista central del domingo! Esto fue un viernes. El día que se publicaba, me tocaba cubrir un encuentro chileno-argentino en la cordillera y sabía que ahí iba a estar seguro el alcalde. Traté de esconderme todo lo que pude hasta que nos cruzamos y se acercó para felicitarme por la buena entrevista que había hecho. ¡Salvado otra vez!

10. Fui community manager en secreto de una concursante de un reality de famosos. Falso. ¡Era muy fácil! La verdad es que me ofrecieron llevar las redes sociales de una famosa, pero dije que no. No sé si era Gran Hermano VIP o Supervivientes, pero no me apetecía nada el trabajo ni menos ese formato de programas que nunca he visto. Si hubiera sido de Operación Triunfo no me lo hubiera pensando ni un segundo.

11. Participé en un número de baile de cheerleaders (animadoras o porristas). Verdadero, aunque cogido con pinzas. Nunca estuve en el plantel principal, sino que, en un acrobático momento de mis compañeras, me acercaba todo lo sigiloso que podía por el fondo del “campo” por si la que se subía a la torre se caía hacia atrás. Por suerte nunca pasó nada ni en los ensayos ni en la presentación.

Y esas son todas las historias que formaron parte de este juego. Y tuve que dejar muchas fuera, porque no tendré riqueza ni títulos, pero anécdotas, tengo para rato.

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  1. Genial!!!!! Lo de Pelarco me pareció muy graciosa y envidiable!

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  2. Me divertí mucho con esta publicación, sigue así!

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