El hecho de poder mostrarles "mi Madrid" a mis padres, mi hermana, mi sobrina y mi cuñado ha sido el mejor regalo que he tenido en 14 años. Ya no solo por el hecho de estar (casi) todos juntos, sino porque siempre soñé con pasearles por la ciudad, por nuestros rincones favoritos, llevarles a sitios que para nosotros tienen magia... ¡Mucho más allá del turismo tradicional! Está bien recorrer los hitos, pero más me importaba el día a día y esos rincones especiales que han formado parte de mi historia desde que llegué a esta ciudad en 2004.
Cada viaje que hago a Chile es un regalo. Sí. Disfrutamos, nos abrazamos, celebramos, discutimos y nos reconciliamos a la velocidad de la luz. Hablamos a gritos, nos atropellamos con historias, nos reímos hasta las lágrimas y lloramos cuando hay que llorar. Nos cansamos de los cambios de rutina, de la convivencia y extrañamos nuestros espacios, pero siempre nos despedimos con ganas de más. Otro gran momento fue la visita sorpresa de mi padre y mi hermano hace tres años cuando nos casamos... ¡Magníficos recuerdos de una semana muy corta e intensa!
Hace un año que cuento con "raíces" de mi país y de mi familia en Madrid. Mi hermano, mi cuñada y mis sobrinos se mudaron y están haciendo su vida en España. Aquí nació mi ahijada, Amaya. Es cierto que estaba acostumbrado al desarraigo y al desapego, pero siempre es bueno hablar con alguien que conoce tu historia, tus códigos y que comparte valores, recuerdos y experiencias... Son relaciones que van más allá de lo tangible y de lo concreto; y, sobre todo, sensaciones que huelen a cotidiano, a fácil, a hogar... Con ellos hemos sobrevivido a la tarea de atenderles y pasar todos los ratos posibles juntos.
Tenerles aquí 23 días ha sido fantástico. ¡14 años esperé este momento! No puedo decir que no estoy agotado... ¡Lo estoy y mucho! Conciliar trabajo y vida familiar, turismo, celebraciones y paseos ha sido intenso. No estoy acostumbrado a tener que luchar por juntar vida familiar y laboral porque tengo la suerte de trabajar en casa, con mi marido a pocos metros de distancia. Así que estas semanas han resultado fuertes en ese sentido. Pero me quedo con el corazón lleno y con ganas de que vuelvan pronto. Con la sensación contradictoria de querer retomar la rutina, pero de extrañarles desde el minuto en que les perdimos de vista en el aeropuerto. Con ganas de volver a abrazarles mañana y cada día que pase.
Mis padres han demostrado que son, simplemente, lo más. Me cuesta encontrar las palabras para decir lo orgulloso que me siento de ellos y lo feliz que me han hecho estos días. Sin duda, a punto de cumplir mis 42 años, me han hecho un regalo inolvidable. ¡Gracias por todo!
Y gracias también a mi hermana, mi cuñado y a la Momi por su compañía, por las meriendas y cenas, por las fotos y por estar siempre con nosotros. Al despedirnos en Barajas mi hermana me dijo que era afortunado por tener a un hombre maravilloso a mi lado... ¡Y con mucha paciencia! Yo le respondí que no le podía decir lo mismo. No porque no tenga a un hombre fantástico a su lado, que lo tiene, sino porque es menos paciente que el mío... 😇😇
Ahora, cuando están haciendo el viaje de regreso, nos toca recomponernos, cada uno en su lugar del mundo, pero con la certeza absoluta de que somos familia y de que nos queremos, pase lo que pase.
Gordito, te felicito por explicar y traducir lo que sentimos, esa capacidad tan clara y precisa de contar la realidad de una forma humana y clara. ������
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