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Ansioso estoy por ver la entrega de los Globos de Oro (que no podré ver por las limitaciones técnico-económicas) y, en vez de eso, veo Operación Triunfo en Telecinco, otro de mis placeres culpables. De momento, dando pena. La animadora, Pilar Rubio, está completamente perdida (¡¿Dónde estás, Jesús Vázquez?!); el jurado es más aburrido que un día sin pan -o una semana-; Noemí Galera, la única que repite de la pasada edición, debe estar muriéndose de nostalgia o sabe algo que los demás no, porque está más rara que un perro verde; y los concursantes, al menos los que he visto hasta ahora, bordean el desastre, la falta de carisma y una total carencia de todo lo necesario para ser un artista.
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Mañana, según me levante, veré los resultados de los premios. Señores de la Prensa Extranjera en EE.UU., ¡no nos decepcionen! Exijo premio para Natalie Portman y para Laura Linney. Y que no me entere yo de que "The big C" se va a casa sin su globo. Y cuidado, mucho cuidado, con entregarle algo a Jesse Eisenberg.
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