
Es verdad que cada vez me gusta menos el circo que se monta, especialmente en Año Nuevo, y las fiestas pierden mucho sentido para mí, siempre queda ese olor a nostalgia, a recordar cuando las pasábamos en casa con mi familia, en verano, con mucho calor... son cosas que nunca se pueden olvidar por miles de motivos. Así y todo, las disfruto aquí y el hecho de ser distintas en algunas cosas (el frío, la nieve que ha tocado otros años...) le dan otro matiz.
Siempre me encuentro, al igual que con los cumpleaños, con la paradójica sensación de querer celebrarlo en grande o de meterme en la cama y no saber del mundo hasta que haya pasado todo. Al final, siempre me quedo a medio camino: una celebración sobria y sencilla. No necesito nada más.
Días de vacaciones para algunos, de trabajo para otros. De momento, tengo que hacer algunas cosas laborales, pero también tengo unos cuantos encuentros interesantes estos días. Así que a disfrutar.
Aqui tambien se extrañan esas Navidades compartidas en casita sobretodo cuando estaba mi mamá, pero ya lo sabes, siempre estamos juntos de corazón a corazón.
ResponderEliminarSe que estas bien y eso nos deja mas tranquilos. A lo mejor, uno nunca sabe algún año puedan venir por estos lados.
Mamá
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