Ya que las informaciones que llegan por estos lados no dejan de centrarse en Concepción y Santiago, y las imágenes son las mismas, una y otra vez, he hecho un barrido en la red para poder ver algunas fotografías de Talca y de lo que ha ocurrido. No sé si es morbo o nostalgia o, simplemente, la necesidad de dimensionar gráficamente la tragedia y unirla a los testimonios de mi familia y de mis amigos. Sea lo que sea, es algo que necesito ver, aunque sea por Internet.
Hay otras imágenes impresionantes de lo que ha ocurrido en la costa: Constitución, Pelluhue, Curanipe o Iloca han sido arrasadas, de la misma forma que Talcahuano y otras localidades, donde las imágenes son desoladoras. Pero son noticias que aparecen poco, de las que casi no se habla. Es una impotencia enorme ver la ineficacia de las autoridades a la hora de distribuir las ayudas y la poca relevancia que tienen las ciudades "menores" en los medios de comunicación, cuando, con seguridad, las historias humanas serán mucho más intensas e interesantes, porque sus habitantes han debido aprender rápidamente a ayudarse entre ellos y no esperar nada de nadie. Ellos crean redes eficientes de solidaridad directa y sacan todos los recursos posibles para salir adelante.
Espero equivocarme en esta percepción, pero según lo que leo y lo que me han contado muchas fuentes directas, la sensación de abandono y la de inseguridad están a pie de calle. No obstante, como ya dije en un post anterior, lo que más me gusta de Chile es su capacidad de luchar, de salir adelante, de reconstruirse así mismo las veces que haga falta. Somos un país luchador y con pocas intenciones de rendirnos. Esta no será la ocasión en la que fallemos.
Siguen las réplicas, siguen los toques de queda, algunos saqueos y las fuerzas militares y policiales no son capaces de hacer frente a esta ola de delincuencia y pillaje. Ya no se trata de conseguir alimentos porque no los haya (los supermercados han abierto en muchas ciudades, hay organizaciones que ofrecen alimentación básica y las ayudas comienzan a llegar, poco a poco); se ha convertido en una situación de descontrol y de aprovecharse de las circunstancias. Tal como dijo alguien en Facebook: ¡Los televisores, las lavadoras y los refrigeradores no son alimentos!
Y de nada ayudan las fugas masivas de reos que ha habido en Chillán, Concepción y en otras localidades. Sólo permiten aumentar la sensación de inseguridad en la ciudadanía. Sé que eso no es por mala gestión policial o de Gendarmería, pero es una situación que se está volviendo insostenible. ¿Para cuándo las soluciones más eficaces? ¿O será mejor dejárselo al nuevo Gobierno? Creo que es mejor salir por la puerta grande con una eficiente gestión post-catástrofe, que hacer un papelón como el de la última semana. Pero como los cálculos políticos no los hago yo, allá ellos.
Tomás en este momento y por todas las cosas que se han sabido no solo no saldrán por la puerta grande sino por la de servicio. Cuantas vidas se habrian podido salvar si no les penara el asunto militar????????????si hubieran acptado los aviones, el ejército en las calles, unos rescatistas españoles a quien nadie recibió en Concepción y los ayudaron la Colonia Española, unos camiones que no dejaron entrar con comida porque no tenian los papeles etc. etc.etc. o sea te abisma tanta imbecilidad y la tradanza en entregar firmado el papael para que saliera no se cuanto aviones cargados con comida
ResponderEliminarPutas otra réplica
Mamá
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