Es impresionante como recordamos situaciones, espacios y caminos. Los guardamos en la mente, casi siempre, asociados a una serie de sensaciones positivas o negativas que les hemos adjudicado ya sea por experiencia o por subjetividad.
Ayer me tocó hacer un camino que no hacía desde 2006: misma estación de metro, misma salida, mismo recorrido por la calle y mismo edificio: la diferencia es que subía a la cuarta planta en vez de la primera. Fui a una reunión para un estudio de mercado en el mismo edificio donde trabajé más de dos años como teleoperador. Las sensaciones se encontraban entre una emoción nostálgica, por llamarlo de alguna manera, y un rechazo a la vuelta atrás, a recuerdos no tan positivos de esa etapa.
Como ejercicio estuvo bien, porque después del impacto de estar ahí otra vez, creo que me quedó claro que era una etapa cerrada y que pese a las buenas cosas que guardo de esos años, no tengo ganas de volver atrás.
Creo Tomás que a veces es bueno volver, a recordar y ver que fuite capaz de seguir adelante, de que ese fué un primer paso seguidfos de muchos otros que te fueron acercando ( y lo seguirán haciendo) a lo que tu quieres y esperas de tu vida.
ResponderEliminarNo hay que mirarlo más que como el inicio de cosas mejores, pero recuerda que eso te permitió quedarte en España.
Mamá
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