Manifiesto mi odio más profundo por las viejas de la parada de autobús. Odio que se sientan con derechos adquiridos por sus arrugas y que piensen que sus años pesan más que el civismo, la educación y las buenas costumbres. Odio que se sientan con privilegios en la vía pública, pero muchas de ellas luego sean machistas bajo su propio techo.
Odio cuando se acercan con cara de perdidas y, poco a poco, van ganando lugares en la cola del autobús. Odio cuando ven que se acerca el transporte y saltan con las fuerzas que dicen no tener para ponerse en frente de la puerta. Odio que aparezcan de la nada y que se queden agazapadas en algún estratégico lugar para conseguir su objetivo: un asiento.
Odio que, una vez arriba del autobús, si alguien les ofrece el asiento dicen con voz de mártir: "No, gracias, si sólo son unas pocas paradas", para que les insistan en la oferta. Odio también a las que aceptan el asiento al primer momento, para bajarse en la siguiente parada.
Odio a las que se hacen las débiles y luego salen casi corriendo cuando llegan a la parada de "El Corte Inglés" para ganar el turno en las rebajas. Odio a las señoras que se ponen a gritar por el móvil las cosas más íntimas de su familia.
¡Las odio tanto!
Lo siento, tenía que desahogarme...
Buscando la foto, me encontré con una serie de páginas donde hay más gente que comparte este odio, sus experiencias y muchas anécdotas. Y un buen puñado de grupos en Facebook dedicados a estas mujeres como, por ejemplo, "Señoras que cogen el autobús en hora punta porque no tienen nada más que hacer".
Odio cuando se acercan con cara de perdidas y, poco a poco, van ganando lugares en la cola del autobús. Odio cuando ven que se acerca el transporte y saltan con las fuerzas que dicen no tener para ponerse en frente de la puerta. Odio que aparezcan de la nada y que se queden agazapadas en algún estratégico lugar para conseguir su objetivo: un asiento.
Odio que, una vez arriba del autobús, si alguien les ofrece el asiento dicen con voz de mártir: "No, gracias, si sólo son unas pocas paradas", para que les insistan en la oferta. Odio también a las que aceptan el asiento al primer momento, para bajarse en la siguiente parada.
Odio a las que se hacen las débiles y luego salen casi corriendo cuando llegan a la parada de "El Corte Inglés" para ganar el turno en las rebajas. Odio a las señoras que se ponen a gritar por el móvil las cosas más íntimas de su familia.
¡Las odio tanto!
Lo siento, tenía que desahogarme...
Buscando la foto, me encontré con una serie de páginas donde hay más gente que comparte este odio, sus experiencias y muchas anécdotas. Y un buen puñado de grupos en Facebook dedicados a estas mujeres como, por ejemplo, "Señoras que cogen el autobús en hora punta porque no tienen nada más que hacer".
Bueno, dado que estoy entre las "viejas " muy a mi pesar te contaré que no solo las viejas se hacen la huev......., sino las minas que creen que con su pinta pueden pasar a llevar a los demás que estamos haciendo las cosas como se deben. Por eso aprovecho mi bastón, por el tiempo que me quede, para alegar en la fila Preferencial, pero igual. Es solo la falta de educación hijo, el rotaje ha copado todas las esferas y no tiene edad, ni color, ni sexo.
ResponderEliminarMenos mal que no ando en micro.
Mamá
Publicar un comentario