Durante estos días de vacaciones, el blog que me acompaña es otro. Se fue conmigo a Nueva York hace año y medio, y hoy está conmigo en Roma. En él apunto las historias de cada día, para no perder detalle. Me veo sentado en un café, cuaderno abierto y boli en mano para ir rellenando las líneas en blanco con anécdotas, impresiones, datos, recuerdos y momentos. Pese a que siento una conexión especial con mi teclado, me gusta recuperar de vez en cuando la sensación del papel, de sentir que la mano se mueve a un ritmo particular según la historia que esté contando. ¿Cuántas páginas llenaré?
Pero ¿no ibas a desconectarte? Anda, chiquitín, deja el telefonino y ponte a escribir en el cuaderno. Baci tanti
ResponderEliminarTantas como puedaas tus relatos son preciosos para nosotros.
ResponderEliminarCuenta todo
Mama
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