Dejé las entradas programadas para los días que iba a estar fuera. Durante los 6 días del viaje no tuve correo ni internet. Fue una desconexión total y estuve desenchufado sin ningún tipo de problema. ¡Todo sea por Roma!
Pero la tecnología nos supera y nos permite hacer cosas que no pensábamos hace pocos años. Mientras yo escribía en mi cuaderno de viaje, disfrutando del papel y la tinta, "Tomás en Europa" -gracias a Blogger- iba subiendo cosas de forma automática para preparar mi regreso al mundo virtual. Toda una lección de tecnología.
como mola
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