The world is changing...


En la comida de hoy estábamos hablando sobre la situación internacional y la oleada de disturbios en los países del norte de África, motivados por la necesidad de un cambio político inmediato. Pero aparte de este tema, que da para mucho y no me siento capacitado para hablar -al menos todavía- de manera coherente e informada, me quedo con uno de los comentarios de la tarde.

Fue algo así como "sea cual sea el camino que tomen, que no sea nada hacia el extremismo y más parecido a lo que tenemos en occidente". No lo reproduzco textualmente ni probablemente se dijo así, pero más o menos fue lo que se comentaba a través de una serie de observaciones y contextualizaciones.

Lo que tenemos en Occidente es una sociedad primordialmente capitalista, con distintos matices, pero que domina prácticamente todas las esferas: política, economía, sociedad, derechos, deberes y el propio mercado. La llamada "democracia" se considera como el súmmum de todos los sistemas políticos, ese cielo al que todo país debería aspirar. ¿No resulta eso un poco extremista?

Si miramos los límites que se han cruzado en persecución de esa "democracia", en defensa del sistema capital, la palabra extremismo se nos queda corta: violación de derechos humanos, generación de pobreza, guerras, invasiones, muerte de civiles, destrucción del medio ambiente, abuso de poder, crisis, desempleo y un largo etcétera. Por qué, entonces, siempre calificamos de extremismos a lo que no es "occidental" o a lo que atenta contra la filosofía de este "lado" del mundo.

Hay disturbios en Francia y se les llama "puntuales desórdenes provocados por grupos antisistema". ¿Antisistema? Como si sólo hubiese un sistema y nada más. Pero ocurren en Túnez y ya se puede temer un extremismo religioso, político o social. Ocurren en Egipto, lo mismo. Y el mundo tiembla pensando que puedan alcanzar Israel u otros países. ¿Qué será de nosotros si eso pasa?

Justo ayer, también comentábamos el caso de China, próxima potencia mundial con visos de hegemonía indiscutible. Poco a poco han ido ganando espacio, creciendo económicamente, consolidándose dentro del concierto internacional. Ahora se le ve como el socio deseable -un mercado gigantesco, mano de obra baratísima, escasez de derechos laborales, vamos, el paraíso de cualquier productor industrial. En el futuro no muy lejano, será el matón de la clase, el compañero a temer. Actualmente China está comenzando a comprar deudas de países en crisis, a intervenir de manera activa en el desarrollo económico mundial. En el futuro cobrará intereses muy altos por ello.

La comunidad internacional no se está dando cuenta de los riesgos a futuro. No digo que sea un peligro que China llegue a ser la primera potencia, al menos no me parece más peligroso que EE.UU. lo sea hoy, pero llegará el momento en que no habrá manera de volver atrás y China exigirá el lugar que le corresponde.

Ahora se le mira en menos, se le considera como el "nuevo" dentro del sistema, pero no olvidemos que su cultura es milenaria y su interés por la supremacía mundial no es algo de los últimos tiempos. El día que quiera dejar de parecer el "nuevo", el mundo habrá cambiado y no habrá vuelta atrás. De la llamada Pax Británica a la Pax Americana, evolucionando a la Pax China. Algunos calculan fechas para el año 2020. Muchos de nosotros, probablemente, seremos testigos en primera fila de este cambio en la balanza de poder.

Dejo un par de enlaces para los que quieran darse una vuelta por la red y seguir leyendo:

1. Is China the next superpower?
2. The Great Dragon Awakens
3. Hegemony theory never fit for China

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