Tomás en viaje: Borce (Aquitania, Francia)

Una de las maravillas de los viajes organizados por uno mismo, es la posibilidad de descubrir, de aventurarse, de dejarse guiar por el instinto.

Hace más de 6 años, en un viaje a Jaca (Pirineo español), decidimos cruzar a Francia para que yo pusiese mis chilenos pies en territorio galo por primera vez. Yendo desde Canfranc, cogimos una carretera que tenía unos impresionantes paisajes entre montañas y valles. Así llegamos a Borce.

Se me ocurrió parar allí por dos razones: porque me gustó lo poco que se veía y porque me pareció curioso el nombre. Según Wikipedia, los habitantes del lugar rondan las 170 personas. Era un pueblo pequeño, pero muy bonito y bien cuidado. Vimos un cementerio, una iglesia que, si mi memoria no falla, había sido construida el siglo XI. Dimos una pequeña vuelta por el lugar y nos sentamos en la orilla de un mirador que tenía unas vistas impresionantes de un valle más abajo, desde donde venía una música con sonidos gitanos (no recuerdo exactamente qué, pero es lo que mi mente guarda). Muy bonito paisaje y un pueblito encantador. Si alguien pasa por allí, no dude en parar un momento.

De ahí, vuelta a Jaca. Uno o dos días más tarde, volvíamos a Francia para pasar por Lourdes y Pau. Pero esa historia llegará en otro post, más adelante.