No voy a hablar sobre las leyes que buscan controlar el acceso a la información o el intercambio de archivos. El tema que me motiva a escribir este post es el cambio que ha hecho el diario suizo "Le Temps" a la modalidad de pago, siguiendo los pasos del modelo instaurado ya en Estados Unidos, Francia o Inglaterra.
Según publica El País, la directora de la publicación explica que "el cambio de modelo surge al notar la falta de coherencia entre vender noticias en papel y regalar la misma información en la Red". Y es aquí donde está la raíz del problema.
La incorporación de los medios a Internet ha sido errónea desde un principio. Nunca la premisa debió haber sido convertirse en réplicas del papel, menos aún en los tiempos que corren. ¿Para qué gastar dinero ofreciendo la misma información? El problema es que se concibió a ambos proyectos como una unidad y no como un binomio perfecto que se complementaba y que siempre daba un resultado positivo.
El papel ofrece una serie de ventajas: seriedad, cercanía, tradición, consistencia, entre otras. Internet, por otro lado, implica la inmediatez, la agilidad, la modernidad, una parte más lúdica, más libertad. Pero no ocurrió así y muchas versiones on-line se convirtieron en pesadas copias (incluso malas copias) de los medios tradicionales. Largos textos, infumables crónicas, escaso trabajo de imagen y diseño, poca actualización, desorden, poca capacidad inventiva... Y por eso fracasaron, porque no fueron capaces de ver el potencial y de apostar por ello.
Actualmente es muy común que la gente piense que tener una página web, un blog o estar presente en las redes sociales es algo que puede hacer cualquiera. Sí, es verdad que la hija de 14 años de un gerente puede tener su blog, pero no puede pensar en una estrategia comunicacional que vaya de la mano con una presencia on-line y que dibuje un plan de trabajo para el posicionamiento dentro de Internet acorde con un trabajo de relaciones públicas e imagen, por poner un ejemplo. El trabajo a realizar debe ser hecho por personas preparadas, profesionales y no por el familiar de turno.
Malos proyectos se hacen en cada esquina y por precios mínimos. Pero el resultado no debería sorprender a nadie. Por trabajo me ha tocado tratar de forma reiterada el tema de creación de blogs y páginas web, donde casi todos los proyectos acaban de la misma manera: en fracaso rotundo. Escasez de presupuesto, falta de visión, poca colaboración, desconfianza y, sobre todo, una falta total y absoluta de conocimientos al respecto. Un blog no es una persona que se sienta a escribir chorradas frente a un teclado (aunque el mío vaya en contra de esta premisa, no es un blog profesional) y lo deja. El trabajo de un blogger es prácticamente a tiempo completo, con una labor de dinamización, de creación de contenidos, de moderación de comentarios, siempre teniendo en cuenta los estatutos de la empresa, sus políticas, sus ideas. No es un trabajo fácil.
Lo mismo ocurre con la presencia en las redes sociales. Tener un perfil en Facebook no significa estar en Facebook. Para eso alguien tiene que responder, estar de forma permanente conectado o, de lo contrario, la gente se da cuenta de que todo resulta automatizado y falso. Si después de 3 comentarios, siempre recibo como respuesta "¡Gracias por tu comentario! Lo tendremos en cuenta", termino por darme cuenta de que todo es una mentira y mi esfuerzo es inútil. En este caso, las redes sociales pierden su principal esencia: ser sociales.
Retomando la idea del principio creo que está bien cobrar por contenidos, pero por unos que valgan la pena. Si pretenden que la gente pague por una suscripción on-line, tienen que diferenciar ambos productos y darle un plus a la versión "electrónica", aprovechar todas sus ventajas y recursos, ofrecer temas exclusivos, contenidos especiales, servicios, etc. De lo contrario, al poco andar, será otro proyecto más que fracasa por la total falta de visión de las empresas y el poquísimo respeto que tienen por sus clientes.
Mil verdades, como siempre.
ResponderEliminarVolviendo a tu punto original (pagar o no),a red ha cambiado mucho lo que esperamos (perdon por la generalizacion) poder tener gratis o no.
Como profesional que usa la red para generar negocio, me he rendido - tengo que ofrecer contenido gratis para que el consumidor que me encuentra por casualidad se quede en mi pagina. (Que por cierto esta de renovacion, asi que en estos momentos, es solo una tarjeta de visita, no un recurso.)
Estos "recursos" muestran a la organizacion/individual como "experto" y se supone, que realzan el perfil.
Tu segundo punto, no cualquiera puede tener presencia en internet del modo que tu describes. Tienes toda la razon - antes de las redes sociales/blogs etc, yo encontraba muy dificil el Marketing. Asi que en cuanto tenia algo de presupuesto, zas, cazaba al profesional. Ahora me pasa lo mismo - para algunas cosas uso al profesional, para otras, no me queda mas remedio que hacerlo yo (tambien asi controlas contenido).
Bueno, enough for today y perdon por el castellano esta manyana, que estoy con teclado ingles y no muy lucida.
Gracias Tomas!
Pilar
Publicar un comentario