Todo lo demás sobra

Me gustan las frases políticamente incorrectas. También las meteduras de pata y los comentarios inapropiados. Me dan risa, dentro y fuera de contexto. Me provocan una contradicción que va de la carcajada a la retención de aire. No puedo evitarlo. Sin querer, muchas veces los hago. Algunas otras, con total cordura. Pero, la mayoría de las veces, debo reconocer que no me doy cuenta y se me escapan por la boca sin remedio. El cerebro va más rápido que la posibilidad de contención.

Ese momento de tensión cuando estás acabando de decirlo y te das cuenta, es el peor. El corazón se detiene, tus ojos se abren, entras en una alerta total que amplía tu campo visual y esperas las reacciones. Notas la incomodidad en el ambiente, te sientes incómodo contigo mismo y con los demás. Pero el daño está hecho y la sentencia se ha dicho.

No me jacto ni me enorgullezco, sobre todo cuando hacen daño a alguien. Pero no puedo evitar, en lo más interno, disfrutarlo posteriormente. Soltar una carcajada nerviosa por lo inoportuno, por la tensión, la ruptura del equilibrio, la situación absurda. ¿Humor negro? ¿Sarcasmo? Sí, son mis favoritos.

No hay nada mejor que una frase inteligente. Ya he dicho repetidas veces lo que me gustan las sentencias definitivas, las finales, las que no dan tregua a más discusiones ni respuestas. Así también me gustan las frases inteligentes. Más bien son mi debilidad. También me gustan las frases bestias, no las que hacen daño a alguien directamente en plan "Eres feo". Eso es juego de niños. No, prefiero la sutileza que da el intelecto. Prefiero pocas palabras, dichas con calma y totalmente certeras. Nada duele más que una palabra bien dada. Ni siquiera un golpe.

Durante mucho tiempo me hicieron daño ciertas palabras. Me dejé herir. Hoy no. Es cosa del pasado. Hoy prefiero reírme de mí mismo y de los demás, de la vida, de las buenas y de las malas noticias. Es un valor añadido que me hace valorar lo que tengo y disfrutar con quienes quiero. Todo lo demás sobra. Me sobran los amigos de mentira o los esporádicos o los situacionales. Para eso tengo buenos amigos a montones. Me sobran las palmadas y las puñaladas en la espalda. Me sobran los aplausos y los falsos triunfos.

Me basta con lo que tengo. Y no soy conformista. Más bien me considero un positivo ambicioso que busca siempre mejorar los distintos aspectos de su vida. Pero no necesito que nadie venga a adornarlo con guirnaldas ni pancartas. Me ha costado llegar hasta aquí, pero lo he hecho. Sé lo que soy, sé lo que tengo, sé lo que quiero y sé con quién puedo contar para vivirlo, celebrarlo o enfrentarlo. Todo lo demás sobra. Todo.

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  1. Anónimo13:37

    De partida con tu mas fiel seguidora que igual que tu" no cuece peumo" como se dice por estos lados y los comentarios sarcásticos a veces abundan, claro sin herir en demasía. Pero quedarse callados?????????????hijo sería muy difícil, bueno si meto mucho la pata tu papá me ayuda a sacarla ja ja ja tenemos mucho de parecidos en esto, tu papá y tus hermanos son "buenitos"
    Mamá

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