"Recuerdo cosas de otros tiempos, de cuando el almacén no tenía luces de neón, cuando el paraíso no tenía marquesina..." (Logo, Kevin Johansen).
Parece una eternidad, pero esta foto tiene apenas 6 años y medio. Hace tanto tiempo que no tomo una guitarra y me pongo a desafinar... y lo digo con nostalgia, porque era algo terapéutico, al menos, para mí. Me gustaba sentarme a cantar, a canturrear. Me gustaba compartir momentos de canciones con los amigos.
Tantas noches de universidad, tardes de colegio, en Concepción, en Talca, en Santiago. Tantas canciones, tanta gente que se unía y desunía a un espontáneo coro. Siempre quise ser cantante, pero la voz no me acompaña hasta hoy. No me importa. Sigo teniendo mis momentos de terapia en la ducha y con el iPod. Mi radio mental funciona casi las 24 horas. Y con mi punto obsesivo, me puedo pasar días entonando la misma canción en mi cabeza.
Pongo el trozo de canción de Johansen porque me gusta, porque implica recordar tiempos en que todo parecía más simple y cuando no nos sentíamos carne del consumo, del marketing. No lo digo con espíritu crítico (soy parte del mercado y de sus consecuencias, no tengo forma de negarlo), sino con nostalgia.
Buenos momentos. Y mi guitarra, que sigue en Chile. Creo que para el próximo viaje me la traigo. Quizás eso me anime a tocarla otra vez. O a intentarlo...
Parece una eternidad, pero esta foto tiene apenas 6 años y medio. Hace tanto tiempo que no tomo una guitarra y me pongo a desafinar... y lo digo con nostalgia, porque era algo terapéutico, al menos, para mí. Me gustaba sentarme a cantar, a canturrear. Me gustaba compartir momentos de canciones con los amigos.
Tantas noches de universidad, tardes de colegio, en Concepción, en Talca, en Santiago. Tantas canciones, tanta gente que se unía y desunía a un espontáneo coro. Siempre quise ser cantante, pero la voz no me acompaña hasta hoy. No me importa. Sigo teniendo mis momentos de terapia en la ducha y con el iPod. Mi radio mental funciona casi las 24 horas. Y con mi punto obsesivo, me puedo pasar días entonando la misma canción en mi cabeza.
Pongo el trozo de canción de Johansen porque me gusta, porque implica recordar tiempos en que todo parecía más simple y cuando no nos sentíamos carne del consumo, del marketing. No lo digo con espíritu crítico (soy parte del mercado y de sus consecuencias, no tengo forma de negarlo), sino con nostalgia.
Buenos momentos. Y mi guitarra, que sigue en Chile. Creo que para el próximo viaje me la traigo. Quizás eso me anime a tocarla otra vez. O a intentarlo...
no tiene logo...me encanta!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarYo también muero de ganas de cantar y cantar.... y tocar y tocar guitarra
que tiempos!!!!
Como pasa el tiempo hijo,si aqui está tu guitarra esperando que la lleves de vuelta para difrutar de ella. A mi tambien me habría encantado tener buena voz pero creo eso llegó hasta mis tías, pero lo soluciono cantando en la iglesia ya que a Dios al menos, no le importa.
ResponderEliminarUno no puede ser perfecto ja ja ja
te ves mas lindo ahora
Mamá
Como pasa el tiempo hijo,si aqui está tu guitarra esperando que la lleves de vuelta para difrutar de ella. A mi tambien me habría encantado tener buena voz pero creo eso llegó hasta mis tías, pero lo soluciono cantando en la iglesia ya que a Dios al menos, no le importa.
ResponderEliminarUno no puede ser perfecto ja ja ja
te ves mas lindo ahora
Mamá
Yo como no podía traerme mi guitarra, luego de un año de extrañar y de perder un poco de la escasa destreza que hay en mis dedos, decidí conseguir una nueva.
ResponderEliminarEntonces he vuelto a mis andadas musicales, cada tanto, cuando la garganta y las manos me lo piden. Y te aseguro que se siente muy bien.
Te prometo una canción.
Saludos, amigo.
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