Tenemos nuevo Presidente en Chile, país que se volvió a remecer no con uno, sino con varios temblores fuertes (espero que, al menos, uno de ellos haya sido el remezón fuerte tan anunciado) y, entre todas las noticias -porque el mundo sigue girando pese a los momentos en que parecía haberse detenido-, he comenzado una nueva etapa dominada por la paz interior, la priorización de las cosas realmente importantes y la eliminación de todas aquellas situaciones tóxicas que me rodean.
Lo primero ha sido volver a las raíces, descubrir que ellas están mucho mejor arraigadas al suelo, al calor, al amor, al cariño y a la comprensión de lo que muchas veces creí. Me equivoqué, pero he comenzado a enmendar el error. No hay nada como las propias raíces, como la tierra, el agua y el sol que nos han formado. Y eso es lo mejor, aprender de las caídas y disfrutar con cada vez que nos levantamos, más aún si nos encontramos tan bien arropados.
Lo segundo vendrá pronto. He decidido que no voy a desgastarme en situaciones incómodas, inútiles y, en verdad, nada enriquecedoras. Lo que comenzó como un interesante proyecto se ha transformado en una especie de tortura sin razón ni fundamentos. ¿Y para qué? Realmente, para nada. Porque ese tiempo perdido lo redirigiré hacia otros lugares más productivos, hacia nuevos trabajos, hacia cosas que valgan la pena.
Por último, sólo quiero agradecer todo, tanto. La vida me ha dado una importante lección esta semana y, cuando digo vida, quiero decir las personas que forman parte de mi vida. Me han enseñado que el amor es infinito y que nada ni nadie puede interponerse entre nosotros. Gracias a todos ellos.
Gracias a ti por ser nuestro hijo por siempre
ResponderEliminarGood post and this enter helped me alot in my college assignement. Thanks you for your information.
ResponderEliminarHola Tomas, soy la profe de yoga de la Rosario, quiero felicitarte por tus artículos, sobretodo el que habla del terremoto, impacto reciente y permanente de los que vivimos en la zona afectada.
ResponderEliminarPor otro lado, quiero que al leer esto, puedas entender el sufrimiento real de las personas, los diarios son una cosa, la tv otra, los periodistas ni hablar; pero el poder oler el dolor, el poder ver lagrimas desde sus palabras no tiene explicación.
Vengo de Constitucion y este terremoto no es solo estructural, sino que es del alma.
Un abrazo quien solo te conoce atravez de líneas.
Hola! Muchas gracias por tu post, bienvenida. Tal como dices, creo que el terremoto, además de los daños físicos y tangibles, ha provocado mucho dolor, miedo e inseguridad. Hace tanto tiempo que una tragedia de esta magnitud no ocurría en nuestra tierra, que la sentíamos ajena. Pero esto nos ha recordado lo frágiles que somos ante la vida y nos ha demostrado también que siempre conseguiremos levantarnos con la ayuda de quienes están cerca nuestro.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y mucho ánimo.
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