Sólo queda reirse o sentirse abrumado por tanto vacío... las recientes ¿noticias? de la discusión alrededor de Daniella Campos o las revelaciones de José Miguel Villouta sobre su pasado común con Jordi Castell, pesan menos que una mota de algodón... la verdad es who cares? o ¿a quién le importa realmente? La verdad, creo que ni a ellos mismos.
Como forma de salir en los medios: deprimente. Como noticia: patético. Como dato relevante: nulo. Es que acaso no hay cosas más interesantes sobre las cuales preocuparse. O acaso estamos llegando a una escasez de temas relevantes que no deja de ser abrumadora. Mira que hay cientos de tópicos en el olvido: las diferencias sociales y sus consecuencias, la destrucción agobiante de los recursos naturales, los cambios en la sociedad política, civil, en la familia... incluso más, hasta algunas noticias de farándula adquieren un carácter de indispensable ante tamaña liviandad.
Al menos, la experiencia que he tenido en España es que la prensa rosa, además de ser más profesional y seria (aunque creo que no es la palabra correcta) tiene un gran espacio en todo tipo de medios; pero, de la misma forma, hay una infinidad de opciones para no sentirse sobrepasado por el amarillismo absurdo. En ese sentido van un paso adelante, puesto que le dan al pueblo pan y circo, pero a la vez, fondo y forma.
Basta ya de programitas y estrellitas (diminutivos usados con premeditación y alevosía) y caminemos hacia un equilibrio entre el contenido y la entretención, que no son conceptos incompatibles.
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