En los últimos años hemos sido testigos de los intentos por controlar y limitar Internet a través de distintas fórmulas. Se acusa a la red de ser la causa de la profunda crisis que viven las discográficas y las compañías productoras de cine (creo que tiene más que ver con la mierda que ofrecen últimamente: discos de escaso recorrido y nula proyección, artistas de medio y escaso pelo -salvo contadas excepciones-, películas muy olvidables y problemas claros en la distribución, por mencionar algunos), entre otros muchos males.
La última intentona del gobierno de Zapatero y de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha sido la creación de un grupúsculo de expertos que evaluaría (en principio, propiciaría) el cierre de páginas web que "vulnerasen los derechos de propiedad intelectual", idea que fue rechazada por el Congreso. En suma, se establecería un organismo como la Santa Inquisición que tomaría decisiones respecto a ciertos contenidos de la red. El principio, si bien es cierto, es loable dentro de su intención de proteger a los autores, seguro que acabaría derivando en una mala praxis, degenerando como ocurre con todo en el ámbito político (de la aristocracia a la oligarquía, de la monarquía a la tiranía, de la democracia a la anarquía).
Pero lo que me molesta es que, detrás de toda esta intencionalidad, existen intereses económicos y grupos de presión que están intentando consolidar unos derechos adquiridos que, insisto, no les corresponden (Ver post del domingo 26). Además, porque se atenta contra la esencia básica de Internet: la libertad.
¿Por qué ocurre esto? Simplemente por miedo, por desconocimiento. Como todavía ni siquiera nos asomamos a las posibilidades de una red mundial ilimitada, rápida y sin censuras (pese a lo que tenemos, todavía existe mucho control y poca igualdad en las opciones de acceso a la información), aunque casos como el de Wikileaks nos ha dado una idea bastante cercana, los gobiernos y los grupos de interés quieren proteger sus feudos, evitar que muchas cosas se sepan y seguir haciendo lo que hasta ahora: controlar la información de forma directa o indirecta.
Los internautas no podemos ceder ante este tipo de iniciativas. Tendremos que manifestarnos las veces que haga falta y no callarnos la puta boca por más que nos lo manden. Los blogs, las webs, los foros y todas las instancias que tenemos en nuestras manos son las herramientas que tenemos para presionar en oposición a medidas como las que han intentado aprobar. Volverán a la carga, sin duda. Lo hará el PSOE antes de salir de la Moncloa o el PP cuando llegue, pero alguien lo intentará. Lo que hemos visto no es más que una maniobra populista y política. Pero alguno, de una forma u otra, tratará de recortar nuestros derechos de libre información.
¿Por qué tendría que venir alguien de fuera a "decidir" si mi página tiene o no contenido que "vulnere" algo? ¿Qué tienes que decir? ¿Te parece bien que existan estas iniciativas de control? Deja tu opinión en los comentarios.
La última intentona del gobierno de Zapatero y de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha sido la creación de un grupúsculo de expertos que evaluaría (en principio, propiciaría) el cierre de páginas web que "vulnerasen los derechos de propiedad intelectual", idea que fue rechazada por el Congreso. En suma, se establecería un organismo como la Santa Inquisición que tomaría decisiones respecto a ciertos contenidos de la red. El principio, si bien es cierto, es loable dentro de su intención de proteger a los autores, seguro que acabaría derivando en una mala praxis, degenerando como ocurre con todo en el ámbito político (de la aristocracia a la oligarquía, de la monarquía a la tiranía, de la democracia a la anarquía).
Pero lo que me molesta es que, detrás de toda esta intencionalidad, existen intereses económicos y grupos de presión que están intentando consolidar unos derechos adquiridos que, insisto, no les corresponden (Ver post del domingo 26). Además, porque se atenta contra la esencia básica de Internet: la libertad.
¿Por qué ocurre esto? Simplemente por miedo, por desconocimiento. Como todavía ni siquiera nos asomamos a las posibilidades de una red mundial ilimitada, rápida y sin censuras (pese a lo que tenemos, todavía existe mucho control y poca igualdad en las opciones de acceso a la información), aunque casos como el de Wikileaks nos ha dado una idea bastante cercana, los gobiernos y los grupos de interés quieren proteger sus feudos, evitar que muchas cosas se sepan y seguir haciendo lo que hasta ahora: controlar la información de forma directa o indirecta.
Los internautas no podemos ceder ante este tipo de iniciativas. Tendremos que manifestarnos las veces que haga falta y no callarnos la puta boca por más que nos lo manden. Los blogs, las webs, los foros y todas las instancias que tenemos en nuestras manos son las herramientas que tenemos para presionar en oposición a medidas como las que han intentado aprobar. Volverán a la carga, sin duda. Lo hará el PSOE antes de salir de la Moncloa o el PP cuando llegue, pero alguien lo intentará. Lo que hemos visto no es más que una maniobra populista y política. Pero alguno, de una forma u otra, tratará de recortar nuestros derechos de libre información.
¿Por qué tendría que venir alguien de fuera a "decidir" si mi página tiene o no contenido que "vulnere" algo? ¿Qué tienes que decir? ¿Te parece bien que existan estas iniciativas de control? Deja tu opinión en los comentarios.
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