¡Terremoto en Chile! (II)

No puedo dejar de impactarme con las imágenes que llegan desde Chile, específicamente de Talca, Concepción o Santiago, ciudades que conozco por haber vivido en ellas y tener tantos recuerdos ligados a distintos momentos de mi vida.

Hace escasos minutos volví a hablar con mi madre y poniéndome al día de las últimas noticias confirmadas: la casa de mis "nonnos" está casi destruida, así como el local que antes albergaba la antigua Farmacia Barberis, parte de la historia de Talca. La estación de trenes, muchos locales comerciales, los nuevos restaurantes de la Diagonal, la Intendencia (en la que trabajé 6 meses), la Iglesia de San Agustín y tantos otros que hoy son, prácticamente, escombros.

Lo mismo ocurre con las zonas costeras, Constitución, Pelluhue o Iloca, devastadas por las inmensas olas que, en un principio, fueron negadas por las autoridades, evitando así una evacuación pertinente y eficaz.

La sensación que tenemos quienes estamos fuera es de impotencia, de rabia, de nostalgia y mucha pena. Al menos, puedo decir que toda mi familia y casi todos mis amigos ya han enviado noticias y están bien. Asustados y devastados, pero vivos que es, al final, lo más importante. Lamento la muerte de nuestro queridísimo profesor de Química, Raúl Naritelli, que murió aplastado por una viga en un restaurante. Tal como dicen en Facebook sus alumnos, extrañaremos a un maestro y amigo.

Gracias a que las comunicaciones se van restableciendo, ya tengo algunas fotos. Sé que tienen derechos de autor, pero me permitiré la licencia que me otorga la distancia y la nostalgia para publicarlas. A sus autores les agradezco el publicarlas, porque me hacía falta ver lo que ha pasado en mi Talca.

Fotos:

Arriba a la izquierda, la Intendencia Regional, donde trabajé el año 2003.

Abajo a la izquierda, una de las construcciones que se ha venido abajo en las calles que rodean la casa de mis padres.

Y arriba a la derecha, la fachada de lo que antiguamente era la Farmacia Barberis.

2/Post a Comment/Comments

  1. Mi querido amigo, te abrazo en estos momentos. Ya lo hice el domingo en persona, pero no dejo de sentir la tristeza por lo ocurrido en Chile. Ayer decía una compañera que tenemos tan reciente lo de Haití que hemos perdido la sensibilidad y lo de Chile no lo sentimos igual. Quizá tenga razón, pero no es menos cierto que siento Chile mucho más cerca de mi corazón que la pobre isla caribeña y que, a día de hoy, por ejemplo, todavía hay un compañero de trabajo que no aparece; un niño que conocía una amiga mía en Juan Fernández ha muerto; y cuántos casos más así...

    Lamento mucho toda la destrucción de tanto edificio, pero como bien dices, lo más importante y de lo que tenéis que estar felices es de que toda vuestra gente está bien. Eso es lo ÚNICO importante.

    Un beso muy grande para ti (y como sé que me lee y me extrañaba, para tu mamá)

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  2. Anónimo20:57

    GRacias a Amelie por tus cariños, si extraño tus comentarios y te agradezco tu preocupación.
    Lo que ha pasado es espantoso, pero nos ha servido para darnos cuenta de que no somos nada, que las cosas cambian en fracción de segundos y que debemos dejar atrás las pesadas mochilas materiales y del alma y precuparnos d los demás antes que de nosotros.

    Nana

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