Bitácora de viaje (XI y última) - Día 10 (y parte de día 11): Manhattan - Upper West Side - JFK - Madrid (11-12/10/2009)


Nada más despertarnos, comenzamos a recoger las cosas, acabar de hacer las maletas y dejar todo más o menos recogido, porque a las 11 había que salir del piso. Amablemente, Adam y Bryn nos habían ofrecido dejar las maletas en su casa hasta la hora del aeropuerto, así que después de desayunar, dar un paseo cerca del piso, bajar la basura, subir a casa y cerrar todo, nos fuimos hacia el departamento de los “Strong” (su apellido) que estaba en la Calle 100. Como íbamos cargados con 3 maletas, no quedó más remedio que ir en taxi (con lo que cerraba el círculo de avión – metro – barco – autobús – taxi) para decir que había probado casi todos los medios de transporte en Nueva York. Pero Ivor se dejó el gorro en el piso, así que en vez de pasear por la calle 100, volvimos a la 72 donde por suerte estaba la chica limpiando y nos dio el gorro. Caminamos otro poco por la zona, me aventuré en una rápida visita de 10 minutos a Loehmann’s, y volvimos hacia casa de Bryn y Adam, donde habíamos quedado todos para comer algo antes de irnos hacia el aeropuerto.

Gracias al día de agradable sol y temperatura templada, nos sentamos en la terraza de un restaurante francés que era muy bonito, pero donde nos atendieron mal, tardaron mucho y sin ser nada especialmente barato (sin ser caro tampoco). Una ensalada de mierda después y un par de trozos de una pizza con higos y roquefort que estaba deliciosa, nos pusimos en marcha para coger el taxi al aeropuerto, ya que compartido era más barato y cómodo.
En un paseo en el que cruzamos el barrio de Harlem (muy pintoresco y que quedó pendiente de visita), llegamos al aeropuerto 45 minutos después, justo a la hora precisa para facturar las maletas, pasar policía y hacer las últimas compras duty free: el New York Times del domingo (siempre había querido comprar uno), un par de regalos, cigarros, etc.

Subimos al avión, 7 horas de vuelta y a las 7:45 de la mañana estábamos entrando en la casa directos a dormir, descansar y a no caminar en unos cuantos días. Nos acompañaba la nostalgia de una ciudad que te quita el aliento, te llena de muchas cosas y te pide que vuelvas a verla muchas, muchas veces.

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  1. Tomi querido: me encanta tu pluma. Qué suerte que la ejercitas aún.
    Un beso,
    Berni

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  2. Anónimo13:50

    Listo hijo, las maletas guardadas para el proximo viaje, Roma quizás?????????????Aunque podrias traer a todos tus amigos a Chile ya que te extrañamos mucho.

    Ahora a cuidarse y guardar fuerzas para mas adelante.
    Gracias por llevarme contigo en este viaje, lo disfruté a concho, me salió gratis, no me canse y dormi en mi rica cama
    Miles de besitos mi niño lindo, siempre lo serás para nosotros
    Mamá

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  3. Anónimo21:56

    Hola pequeño saltamontes!! en la proxima visita a NY me apunto, porque tengo que ver como es todo lo que estas describiendo.
    Mar

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