Palabras

Mi vida vive con palabras, no sabe hacerlo de otra forma. Comunican, sugieren, dañan, hieren, sanan y reconfortan. Sin ellas no sería nada ni nadie.

Pero odio las palabras vacías, que duelen más que las hirientes. Odio la hipocresía de unas palabras dichas por necesidad o por costumbre. Odio las palabras sin autocrítica ni capacidad de crítica a los demás. Odio la hipocresía de un cariño mal entendido. Odio la carencia de sentido real en las palabras. Odio las palabras zalameras. Odio el sonido falso de las palabras. Odio el vacío de unas palabras sin sentimientos.

Se puede pensar que odio es una palabra muy dura, muy fuerte. Pero es que no hay otra para calificar lo que siento ante las palabras que no tienen verdad. Es un tema que llevo dando vueltas en mi cabeza hace meses y por fin he podido darle la forma necesaria para escribirlo.

El mundo no siempre es maravilloso, la gente no es siempre perfecta, no todos somos buenos en todo lo que hacemos. Siempre me ha parecido sospechosa la gente feliz. Quienes me conocen, podrán decir que soy feliz. Sí, pero no siempre. Tengo mis días malos y mis días oscuros. No siempre puedo estar feliz. No siempre puedo sonreír. No siempre soy gracioso. No siempre soy perfecto. Y eso es lo que nos convierte en personas y no en máquinas. Necesitamos nuestro lado oscuro. Necesitamos no ser buenos en todo. Necesitamos que "nuestra gente" nos diga lo bueno y lo malo; lo dulce, lo amargo y lo ácido. De nada nos sirven los círculos de aplausos infinitos, de abrazos aduladores, de besos de traición. Necesitamos que nos pongan los pies en la tierra. Una cosa es que yo disfrute haciendo algo y otra muy distinta, es que lo haga bien y tenga talento.

No por eso dejaré de hacer las cosas que disfruto sin ser un artista en ello. Pero al menos dejaré de crearme ideas erróneas sobre mis capacidades. Al final, prefiero a quienes han sido sinceros y no a los que me han llenado de falsos reconocimientos, simplemente para ocultar sus propias carencias.

Mi vida vive con palabras, no sabe hacerlo de otra forma. Pero con palabras llenas de verdad. Incluso de aquella que duele.

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  1. C. A. C.11:53

    "Una cosa es que yo disfrute haciendo algo y otra muy distinta, es que lo haga bien y tenga talento". En tu caso es lo mismo. Disfrutas con la palabra que se queda enredada en tu pensamiento y la exteriorizas CON talento presentándola como si fuera un manantial de miel y cerezas...

    P.D. Estas palabras mías no son palabras vacías: están llenas de reconocimiento personal y admiración ante el buen hacer discreto de un narrador en cuatro dimensiones. ¿Para cuándo coj... ese libro de relatos?

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  2. Muchas gracias por vuestras palabras excelentísimo señor.

    Me inclino ante vuestro criterio, vuestro talento y vuestro talante. Pero el libro de los coj... o de relatos, tendrá que esperar a que el de cocina vea la luz.

    Cada vez queda menos, pero está en mi programa creativo particular.

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  3. Anónimo16:41

    Como casi siempre tienes razón hijo,y es de lo que habló el sr. Obispo en la omilía del Domingo. Jesús habló golpeado a sus apóstoles cuando lo hacian mal, le dijo a Pedro" apártate de mi Satanás, y era porque los quería, porque quería sacar de ellos lo mejor, siempre les hemos dicho a uds. que los reprendiamos y no les dabamos permiso a muchas cosas porque los queríamos, porque era mas fácil ser buenos padres que tener reglas, pero para nosotros eso hizo de uds. 3 unas personas con valores , virtudees y defectos como todos, pero que saben sacar lo mejor de cada uno para uds. y para los demas.
    Si hay` días buenos y malos, regulares , grises y claros, pero cada día y cada persona tiene su razón de estar ahí y me alegro que tambien seas una buena razón para tantos amigos que te aprecian y sobretodo y no necesito repetirtelo para nosotros
    mamá

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  4. Anónimo16:44

    Se me olvidó agregar que nunca me han gustado los halagos, que siempre les veo doble intención y que las cosas dichas de frente aunque duras, son preferibles a la adulación. Y que el poder corrompe. Siempre.
    Lo mejor es ser casi invisible ya hacer las cosas calladitas.
    mamá

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  5. Anónimo23:46

    Querido Tomás, en nuestra sociedad del último siglo creo que se viene dando este fenómeno, la gente no es autocrítica, es más autocomplaciente, es a medias tintas , no es ni claro ni oscuro, es más condescendiente, pienso y creo es por no herir, apocar, ser mal interpretado, o simplemente sincero del todo. Es muy raro encontrar a alguien como tu que quiere decir las cosas con mucha claridad. En el tiempo tanto a mí como a tu madre o Andrés nos ha ido mal con decir las verdades verdaderas, generalmente las palabras duelen cuando son fuertes, y dependiendo el sentido con la cuál fueron pensadas para herir, dar una respuesta con vehemencia o simplemente pesadas. Hay que ser un tanto cauto con quién se puede hablar con claridad o de lo contrario te van a decir que eres un prepotente, un mal educado, o simplemente por este lado del contienente te van a decir que eres un pesado, pedante y muchos epítetos más.
    Tengo claro y me gusta mucho hablar con sentimientos, verter el interior como decía San Agustín, en Sus "Confesiones", sacar el otro "Yo", el yo puro, el yo de sentimientos profundos.
    Hoy en día es muy dificil hacerlo, te tildan de muy elevado, de merengue, de marica o quizas de que idioteses más. Ahora bien, si hay que hablarlo con alguien que te comprenda y puedas interactuar en un coloquio de esa naturaleza me atrevo ha hacerlo. Pero con alguien que no tienes cierta intimidad no lo puedes hacer. Salvo que se puedan decir muchas cosas y vertir todos ,os sentimientos que al final con aquel personaje terminarías en discordia y dificultades para volver a relacionarte, quizas terminando con esa conversación futil que no tenía mucho asidero o si la tenía, con la dureza de las palabras terminarías sin poder continuar en futuras conversaciones.
    Bien dices tú que las palabras son mmuy duras y aún doblemente cuando son escritas.
    Pienso que muchas veces son mejor las conversaciones porque estás viendo a tu interlocutor y viendo si hay empatía, por medio de gestos y sentimientos puedes apreciar lo fuerte y duro que pueden hacer sido tus palabras y quizás remediarlas o aclararlas en ese momento.
    Creo que es un tema que da para mucho hablar, hasta aquí. Lucho tu padre.

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