"Irma la dulce" (1963)

Repitiendo a la pareja protagónica de "El Apartamento", Billy Wilder consiguió una de las películas más recordadas y divertidas de la década de los 60: "Irma la Dulce" (Irma la Douce) que, sin embargo, hoy en día también suena a historia de enredos más bien conocida.

No quiero quitarle carácter ni menos talento a este trabajo de Jack Lemmon y Shirley MacLaine (en la foto), porque es una película que se apoya bien en sus protagonistas y les saca bastante partido a sus dotes actorales, gracias a un guión muy cuidado en los diálogos y con un final interesante, por decirlo de alguna forma.

Y como ocurre con gran parte de la producción que vino después, muchos bebieron de ella, de su chispa y frescura. Por eso suena tan manida y actualmente pierde gran parte de su tono, de su audacia. Pero Wilder, con su talento natural, saca provecho de una historia bastante absurda, para convencernos de que todo lo que ocurre es posible. Y MacLaine está inolvidable como prostituta.

En el último tiempo, estoy encontrando muchas películas a las que les sobra algo de metraje. Y con ésta me ha pasado lo mismo. Quizás da demasiadas vueltas para llegar al lugar al que nos lleva. Un lugar, en todo caso, agradable y al que le acompañamos con muchas sonrisas y algunas carcajadas.

Una vez que vea "El apartamento", que se filmó 3 años antes que esta cinta, podré decir si el blanco
ménage à trois de Wilder-Lemmon-MacLaine estaba mejor en una u otra. Las comparaciones son odiosas, pero en este caso es algo necesario.

Ojo a la aparición de Bill Bixby, que se convertiría años más tarde en el doctor Bruce Banner de "El increíble Hulk" en la televisión, como un tatuado marinero.

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  1. C. A. C.10:25

    Bueno, bueno, bueno... y llegamos al gran Wilder. Te doy la razón en que la película tiene demasiado metraje, casi dos horas y media creo recordar. También es verdad que se ha explotado mucho su humor en películas posteriores de otros directores que vieron en ella una forma divertida y exitosa de hacer comedia. Sin embargo, como en casi todas las películas de "Dios" (según Trueba) el guión es impecable. El personaje del camarero, por ejemplo, tiene perlas como: "Ser honesto es como desplumar una gallina al viento, te llenas la boca de plumas" o "En este mundo en que vivimos el amor es ilegal, pero el odio no." Se me quedaron grabadas...

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  2. Grandes frases, sí. La segunda que dices, sobre que el amor es ilegal, es brutalmente cierta.

    El camarero viene a ser como la voz de la conciencia de la sociedad y por ello puede soltar las perlas que suelta.

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