Esta primera semana de vacaciones fui a 3 estrenos cinematográficos, 3 de los grandes blockbusters de la temporada y con resultados bastante dispares.
1. La Momia III, que tal como dijo un crítico hace poco, es absolutamente innecesaria. De ella se salvan solamente algunos efectos especiales magníficos; pero la historia, el humor, la gracia y el atractivo de una saga heredera de Indiana Jones en muchos aspectos (digo heredera por no decir parásita) , se han visto reducidos al mínimo y sobrepasados por lo facilón, lo obvio y lo redundante.
2. Wall·E, quizás una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. Una fábula digital más adulta que cualquier otra, pero con una candidez superior y una simpleza exuberante. Con una gráfica que cada vez se vuelve más impresionante y una historia de amor tan pura como las de Nora Ephron o, remontándonos en la trayectoria del cine, a una entre Doris Day y el galán de turno. Pero no todo es inocencia, ya que tiene una mordaz crítica a la sociedad, al "embobamiento tecnológico" y a los efectos de la contaminación en el planeta.
Ya hay quienes la ponen entre las favoritas por la carrera al Oscar a la Mejor Película. Méritos tiene, pero la Academia ha sido en su pasado poco dada a reconocer al cine de animación con los altos galardones.
3. Mamma Mía, el placer culpable. Imposible dejar de tararear o recordar las canciones de Abba, con una imparable Meryl Streep y un elenco de primera línea y, en algunos casos, con un escaso talento vocal. No obstante, eso fundamenta una historia llena de música y color que parece más real que ficticia, porque está llena de estudiadas imperfecciones. Muy entretenida, ágil y efectiva, será uno de los éxitos de la temporada.
Yo, desde mi humilde posición, ya apuesto por un Globo de Oro para Meryl Streep como mejor actriz de comedia o musical, pero no la veo levantando al "Tío Oscar". Creo que hay suficiente material dramático como para quitarle sus pretensiones. Aún así, como siempre, ella desborda la pantalla y supera expectativas.
Pendientes tengo de ver dos estrenos franceses, a Kristin Scott Thomas, y la última película de la presidenta de la Academia de Cine Española, basada en una novela de Elvira Lindo. Se me acumulan las citas cinematográficas.
1. La Momia III, que tal como dijo un crítico hace poco, es absolutamente innecesaria. De ella se salvan solamente algunos efectos especiales magníficos; pero la historia, el humor, la gracia y el atractivo de una saga heredera de Indiana Jones en muchos aspectos (digo heredera por no decir parásita) , se han visto reducidos al mínimo y sobrepasados por lo facilón, lo obvio y lo redundante.
2. Wall·E, quizás una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. Una fábula digital más adulta que cualquier otra, pero con una candidez superior y una simpleza exuberante. Con una gráfica que cada vez se vuelve más impresionante y una historia de amor tan pura como las de Nora Ephron o, remontándonos en la trayectoria del cine, a una entre Doris Day y el galán de turno. Pero no todo es inocencia, ya que tiene una mordaz crítica a la sociedad, al "embobamiento tecnológico" y a los efectos de la contaminación en el planeta.
Ya hay quienes la ponen entre las favoritas por la carrera al Oscar a la Mejor Película. Méritos tiene, pero la Academia ha sido en su pasado poco dada a reconocer al cine de animación con los altos galardones.
3. Mamma Mía, el placer culpable. Imposible dejar de tararear o recordar las canciones de Abba, con una imparable Meryl Streep y un elenco de primera línea y, en algunos casos, con un escaso talento vocal. No obstante, eso fundamenta una historia llena de música y color que parece más real que ficticia, porque está llena de estudiadas imperfecciones. Muy entretenida, ágil y efectiva, será uno de los éxitos de la temporada.
Yo, desde mi humilde posición, ya apuesto por un Globo de Oro para Meryl Streep como mejor actriz de comedia o musical, pero no la veo levantando al "Tío Oscar". Creo que hay suficiente material dramático como para quitarle sus pretensiones. Aún así, como siempre, ella desborda la pantalla y supera expectativas.
Pendientes tengo de ver dos estrenos franceses, a Kristin Scott Thomas, y la última película de la presidenta de la Academia de Cine Española, basada en una novela de Elvira Lindo. Se me acumulan las citas cinematográficas.
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