Reflexiones de domingo por la tarde

No sé si ya había tocado antes el tema en este blog. Pero, aún cuando me repita, siempre es bueno dedicarle unos momentos al yo particular, a ese mundo privado que todos tenemos. En algunos casos, lo privado tiende a lo público por diversas razones: necesidad, deseo, obligación o aburrimiento. Así, nos encontramos con los "figurantes", es decir, aquellos que viven de exteriorizar su intimidad; de la misma forma, vemos a los enigmáticos, sumidos en un "silencio expresivo". Esta frase, que me encontré por Internet, me parece de una inmensidad bestial porque encierra tantas cosas....

No sólo se trata de personas que intentan pasar desapercibidas y que defienden con celo su núcleo particular, sino que hay también individuos que, ante las dificultades y el rechazo, optan por silenciar sus manifestaciones de amor, de expresión, de pensamiento. Se convierten así en seres asociales, cuando en realidad no lo son.

Es la eterna paradoja de la sociedad, desde su núcleo básico (la familia), que lleva al individuo a ser un ente individual en muchos aspectos de la vida. Se contradice el concepto en sí mismo: la sociedad asocial (y a veces sociópata) en la que estamos sumidos. Ya entrados en el siglo XXI, el avance en este ámbito no es ni por asomo relevante. La comunidad humana es cada día más individualista y, las personas, tienden a preocuparse de sí mismos y, como mucho, de su entorno cercano.

La comunicación nos hace incomunicarnos. La sociedad nos hace asociales. ¿Cuál es la solución? Ninguna que yo sepa. Los silenciados y quienes viven del cuento, seguirán existiendo mientras no superemos las barreras que la historia, la cultura, las religiones y nosotros mismos nos hemos impuesto. ¿Es tan difícil aceptar al prójimo por ser quien es y no por lo que es, por cómo es o cómo vive?

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  1. Anónimo17:58

    me parece que los dos ejemplos que tu pones son extremistas en el caso de los que defienden su privacidad y los que silencian sus sentimientos o pensamientos, creo todo debe ser en una justa medidada que te haga ser parte de uan sociedad que necesita mas que nunca la comunicación entre sus componentes y mantener tu privacidad entre tu núcleo mas cercano. creo que el refràn ni tan lejos que te hieles ni tan ceca que te quemes es una buena respuesta. La soledad trae consecuencias nefastas y la sobreexposición a la larga te deja desnudo de sentimientos por decirlo de alguna manera.
    nana

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