If I could turn back time...

Ya he vuelto de Inglaterra. ¡Que vacaciones más agradables! Todo es tan bucólico y pastoril en el norte, cerca de Liverpool y Manchester. Me recuerda a la zona de Osorno, Puerto Varas, los lagos del sur de Chile. Es más, al bajar del avión no pude más que arrugar la nariz ante lo que yo llamo "olor a mierda", que en versión poética, es "aroma a campo húmedo", es decir, caca de animal en ambiente no seco. De todas formas, es impresionante el paisaje, para sentarse tranquilamente a mirar, para caminar en medio de árboles, para disfrutar de un clima agradable, lluvioso y no muy furioso, al menos en septiembre.
Lo mejor es la tranquilidad que parece reinar en todo lugar (bueno, en casi todos), como si el tiempo pasara más lento o las estaciones no alteraran las hormonas. ¿Se deberá a ese carácter flemático de los ingleses? Pues no lo sé, pero me gustó mucho como destino para desconectar, para estar con uno mismo, para tener la posibilidad de sumergirte en el mundanal ruido o volar por el silencio que te rodea. Blackpool es el sitio ideal para ello. Tiene de todo: mar, alturas, costa, gente, ausencia de ella, ruido, silencio, frío, calor, luz, oscuridad, alturas, parques, callejuelas y mil cosas más. Y los pueblos que lo rodean, son una gozada. Unos más modernos, otros más clásicos, con universidades y estudiantes, con gente mayor y hospitales. Hay para todos los gustos. Y todo, en un radio de una hora a la redonda (creo que me he inventado una forma de medir distancias).
Mientras escucho a uno de los discos nuevos que han llegado a mis manos ("Two lights" de Five for Fighting), recuerdo otra canción, muy diferente, que dice "If I could turn back time...", pues que ganas de poder volver el tiempo atrás y estar de vacaciones nuevamente en Inglaterra que, además de servirme para practicar inglés, se convirtió en una cura de sueño, en un relajo constante y en ganas de "reposar" tranquilamente mientras cae la lluvia sobre el campo verde, refugiado en un sofá o en la ventana de un pub inglés, disfrutando del panorama.
Por ahora, de regreso en Madrid, presencio la lucha del verano con el otoño, para ver quien resiste o quien cede, pasando del frío al calor por segundos, trabajando mucho y con poco tiempo para aburrirme. Retomaré la piscina, dedicaré horas fijas a mi tesis por fin encaminada y aprovecharé todo lo que la capital española me ofrece. Para eso está y para eso estoy. La verdad es que pienso en el "If I could turn back time", pero me sale acompañado siempre de "But I don't want to".

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  1. Anónimo01:26

    que bien escogida la foto para el relato. Increíble!. Se te ve y se te lee en paz.
    Me alegro amigo. Y me alegro también que hayas escrito....nos tenías bien abandonados oye!
    un beso

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