Esos ojitos que miran desde lejos, pero que ya no miran los míos...
Esas manitos que nos protegen desde la distancia, pero que ya no tocan las mías...
Esa sonrisa que ilumina el cielo, pero que no ilumina la mía...
Esa voz que evoca nuestra memoria, pero que no resuena en mis oídos...
Esa dulzura que cubre cada gesto guardado, pero que no endulza nuestro presente...
Esa ternura que llevaremos en el corazón, pero que no estará con nosotros cada día...
Tantas cosas que te llevas, tantas cosas que dejas, tantas cosas pendientes, tantas cosas hechas.
Descansa pequeña, descansa; no sufras pequeña, no sufras...
Amigos, que el amor les dé la fuerza para seguir adelante y que el futuro no parezca negro, sino gris, gris luminoso, que el camino sigue y hay quien necesita de vuestra mano... no perdáis el rumbo y menos la capacidad de vivir la vida en cada momento.
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